Lo que no podemos naturalizar

Por Lorena Matzen. Secretaria de la Mujer de la Unión Cívica Radical.



En los últimos días se conocieron publicidades de YPF y Shell que despertaron un rechazo inmediato. El repudio fue tan amplio que ambas empresas se vieron obligadas a pedir disculpas. Sin embargo, el problema no termina ahí. Lo preocupante no es solo el error de una campaña puntual, sino el riesgo de naturalizar mensajes que, lejos de ser inocentes, se insertan en un contexto de violencia y retroceso de derechos para las mujeres en nuestro país.

No podemos perder de vista que en la Argentina cada día seguimos contando femicidios. Mujeres asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. Familias destrozadas, infancias truncadas, vidas apagadas por un sistema que todavía no logra prevenir ni erradicar la violencia de género. En ese marco, que las principales empresas del país difundan imágenes o mensajes sexistas, cosificadores o violentos no es un “desliz publicitario”: es parte de una cultura que legitima y reproduce esas violencias.

Pero además, esto ocurre en un momento particular. Desde la propia cabeza del Gobierno Nacional se promueven discursos que desvalorizan las luchas feministas y relativizan los avances conquistados en las últimas décadas. Se ridiculizan las demandas por igualdad, se niega la necesidad de políticas públicas de género, se habilitan expresiones de odio que parecían superadas. Y cuando desde arriba se bajan esos mensajes, lo que vemos es que vuelven a aflorar prácticas que creíamos vencidas.

Por eso la indignación frente a estas publicidades no puede quedar en un episodio pasajero. Porque si naturalizamos, si dejamos pasar, lo que estamos haciendo es retroceder. No se trata de un debate menor ni de “exageraciones” feministas: se trata de vidas.

Las disculpas son un primer paso, pero insuficiente. La responsabilidad de empresas, medios y gobiernos es trabajar activamente para erradicar los discursos y las prácticas que reproducen desigualdades y violencias. No podemos permitir que lo que parecía conquistado vuelva a ser discutido. La igualdad y el respeto no se negocian.

Desde las mujeres radicales exhortamos a que esto no vuelva a ocurrir. Porque no es solo una cuestión de comunicación: es una cuestión de derechos, de dignidad y, en última instancia, de vidas.

Por Lorena Matzen. Secretaria de la Mujer de la Unión Cívica Radical.